Los países subdesarrollados vienen reclamando desde hace ya algún tiempo el desmantelamiento de las medidas de protección de la agricultura en los países desarrollados (Estados Unidos y la Unión Europea, básicamente) y la liberalización del comercio internacional en este sector. Esta protección, tanto arancelaria como en forma de subsidios, hace imposible a los productores de los países atrasados competir con sus contrapartes en los países adelantados, a pesar de su mayor productividad, cerrándoles el acceso a una fuente de divisas muy necesaria. De esta forma, la protección traería una doble consecuencia negativa: no sólo está impidiendo una más eficiente asignación de recursos a nivel internacional, sino que frena el desarrollo económico de quienes más lo necesitan. Eliminar este proteccionismo sería pues una buena manera de combatir directamente la pobreza e, indirectamente, la degradación ambiental.
Razones por las que el proteccionismo es malo:
- Promueve la ineficiencia a través de la mala asignación de los recursos y beneficia a sectores rentistas que están interesados en aranceles más altos y otras medidas que obstaculizan el libre comercio, y extraen esas rentas monopolísticas en el mercado doméstico.
- Desalienta la innovación y la introducción de nuevos bienes. Esto significa precios más altos para los consumidores, que terminan subsidiando a los productores locales rentistas e ineficientes.
Enlaces consultados
- http://www.unalmed.edu.co/~jiagudel/PonenciaProteccionismoAgricoladelosPD.pdf
- http://es.catholic.net/op/articulos/45127/cat/423/proteccionismo-agricola-el-lado-oscuro-de-la-globalizacion.html
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